Hagiofobia es el miedo excesivo y exagerado a los santos u otros objetos sagrados. Aquí te enseñamos todo acerca de esta fobia, ya que puede ser más común de lo que parece.
Si creías que los santos solo transmitían paz, te has equivocado, para ciertas personas es todo lo contrario, su presencia desata mucha ansiedad y preocupación.
¿Qué significa Hagiofobia?
La palabra griega “Hagio” significa “Santo”, mientras que fobia, ya sabemos que se trata de un miedo fuera de lo normal. De allí viene el término hagiofobia, que es el miedo irracional a los santos, o cualquier otra cosa relacionada con ellos.
Podemos decir que es una fobia de tipo específica, y puede variar en cada caso, desde tener miedo a todo tipo de santos, como solo enfocarse en algunos de ellos. Hemos ubicado este trastorno en la lista de teofobias (fobias religiosas).
Origen de la hagiofobia
Al ser una fobia extraña, es importante explicar su origen, que es un poco desconocido. La razón de este trastorno puede variar desde traumas, hasta razones desconocidas.
Por ejemplo, se cree que es muy común en familias creyentes, donde a los niños se les obliga a practicar la fe, y desarrollan aversión a estos objetos.
También podemos decir que, debido a la forma que tienen algunas figuras sagradas, de pequeños causaron un impacto negativo en los jóvenes.
Incluso, es probable que a muchos niños se les haya asustado con el uso de estatuas u otro elemento sagrado similar.
¿Cuáles son los síntomas de la hagiofobia?
Como toda fobia, suele producir mucha ansiedad al estar frente a un “santo” o cualquier elemento de la iglesia. Puede manifestarse solo como una incomodidad tolerable hasta cierto punto, o una intranquilidad excesiva y difícil de controlar.
No es necesariamente un odio a estas figuras debido al credo, pero si podría desarrollarse una aversión de este tipo, debido a que no le permite vivir tranquilamente al afectado.
Dependiendo del nivel de ansiedad, las personas afectadas con la hagiofobia podrían sufrir un desequilibrio emocional y mental si se expone de forma irresponsable a las figuras hagios.
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¿Cómo curar la hagiofobia?
Te recomendamos visitar a un especialista de salud mental que pueda determinar científicamente cuál es tu diagnóstico. Partiendo de allí podrá indicar el mejor tratamiento, que puede ser una mezcla de terapias y ejercicios, como en la mayoría de fobias que suelen ser muy efectivos.
Algunos consejos que te pueden ayudar a curar la hagiofobia son los siguientes:
- Evita crear más traumas, para ello evita películas o situaciones que desencadenen la fobia innecesariamente. Por ejemplo, que tus amigos te asusten o burlen de ti por la fobia.
- La terapia de exposición es buena, pero debe hacerse gradualmente, y si es guiado por un profesional ¡Mucho mejor! Comienza con imágenes, y la meta final es poder estar al lado de un “santo” sin tener ningún problema de ansiedad sin control.
- Haz ejercicios de respiración a diario. Debe ser un hábito, al igual que todo lo que tiene que ver con disminuir la ansiedad. Así podrás hacer frente al miedo con mayor fuerza.
Si la fobia apareció de repente, entonces es bueno que descanses. Muchas veces exponernos a mucho estrés suele desencadenar miedo que antes no teníamos, o por lo menos no se manifestaban.
Otras fobias relacionadas
Es importante dejar claro que la hagiofobia no es Eclesiofobia, que sabemos trata del miedo a la iglesia como edificio, o clero. Del mismo modo hay otros tipos de miedos relacionados que, no necesariamente son hagiofobia.
Por ejemplo:
- Zeusofobia: miedo exagerado a los dioses.
- Hamartofobia: fobia a pecar.
- Hierofobia: temor a los sacerdotes.
Y aunque no es lo mismo que la fobia a los santos, una persona con hagiofobia pudiera sufrir de cualquiera de estos tipos de fobias al mismo tiempo.